Una majestuosa estatua de mármol de un emperador romano, ataviado con una armadura dorada y una corona, se alza sobre un fondo oscuro. Sostiene una espada y su expresión, severa y resuelta, evoca la sensación de poder y autoridad de una época pasada. Los intrincados detalles de la armadura y la corona ponen de relieve la artesanía de la escultura.